Abstract
Pecados griegos, de Javier Tomeo, constituye una adaptación del mito de Fedra fiel a los hechos pero no a su significado. Así, el apropiacionismo de rasgos, la concepción de la trama como anécdota o el uso deliberado del anacronismo permiten una aproximación inusual al fenómeno de la adaptación y una visión más profunda del universo propio del autor aragonés.