Resumen
La originalidad del Tirant lo Blanch se impone en múltiples niveles y no se agota en su especial lenguaje narrativo. A diferencia de otras obras de la tradición caballeresca, Martorell emplea nuevas palabras para ‘decir el deseo’: palabras llanas y directas. La única mediación que acepta en muchos casos es la que le ofrecen las protagonistas y co-protagonistas de la obra. Entre los momentos narrativos de tensión erótica, destacan las páginas dedicadas a Plaerdemavida, que se mueve en la corte de Constantinopla infundiendo en los que la rodean un sólido espíritu epicúreo.